Centro Familiar

Dentro de la tarea que lleva adelante el Ministerio VOZ DE ESPERANZA nos inquietamos por ser un puente para la ayuda en disfunciones familiares a nivel pastoral.

Por tanto a través de esta página podrá localizar importantes links de servicios en esta área, como así mismo desde nuestra propia página recibir ayuda adecuada a requerimientos puntuales.

Temas tales como:

  • Pareja
  • Educación de los Hijos
  • Noviazgo
  • Ciclo Vital de las Personas
  • Familias Cristianas en la visión sistémica.
  • Comunicación Conyugal y Familiar
  • Sexualidad.

Contamos con el aporte de Eirene Argentina y su equipo de Asesores Familiares, profesionales sobre la materia y pastores que pueden guiarle en sus propias consultas. Puede comunicarse con nosotros completando el siguiente formulario:

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Octubre: Mes de la Familia

Este MES DE LA FAMILIA permite dirigir nuestra atención a la importancia que tiene la familia para cada individuo y para la sociedad.

Se hace necesario tener en cuenta de manera suficiente las necesidades y los intereses de la familia, desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto, y desde el punto de vista individual.

Las personas ven en la familia el lugar de la acogida y de la felicidad, de la solidaridad experimentada y practicada e, independientemente de las vertiginosas transformaciones sociales, también el centro de estabilidad de toda sociedad. La familia demuestra ser la forma más confiable de comunidad solidaria en todas las culturas, realizando sus aportes solidarios justamente cuando la solidaridad institucional es escasa o no existe.

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Integrándonos como familia al plan de Dios

Desde la historia encontramos lo importante que es vivir en una relación directa con Dios.
En la transmisión escrita de la voluntad de Dios es donde se enfatiza este aspecto, abriendo una dinámica nueva a la perspectiva siempre estimulante de buscar un vínculo de amistad con el Creador.
Por otro lado, desde el principio el hombre ha vivido en sociedad, y la más cercana, interesante, compleja y conocida relación es la FAMILIA.
Hombres y mujeres, jóvenes, ancianos, niños, todos sin excepción necesariamente tenemos un vínculo familiar, aunque algunas veces no responda a los patrones convencionales.
El tener ese alto llamado a vivir en comunión con Dios y el ser parte de una familia nos hace preguntar:
¿Podemos vivir en comunión con Dios en los límites de una familia?
¿Integramos nuestra vida de relación familiar a la vida vincular con Dios de la manera que lo hacemos individualmente?

Una falencia bastante común en nuestra sociedad cristiana es no lograr con la misma profundidad alcanzar una dinámica de relación, comunión y servicio incluyendo a la familia como lo podemos hacer en forma personal.
El entorno familiar es uno de los más favorables, positivos y propios para cumplir con el diseño de Dios de ser sal y luz en este mundo.
Pensar en términos de «misión» y de esta en el contexto familiar es un deber que como cristianos tenemos en este tiempo en que los cristianos son llamados a impactar el mundo con un mensaje vivo y eficaz.
Hacer un análisis sereno y detenido, trabajar desde el interior de la familiar, buscar los abundantes ejemplos bíblicos que nos dan enseñanzas de QUE HACER en el camino hacia un compromiso que integre a cada miembro de la familia se constituye en un aspecto de análisis de palpitante actualidad para cada uno de nosotros.
Es cierto que la bibliografía es mas abundante en cuanto al relacionarnos como familia (pareja, padres,, hijos, etc.) pero mucho mas escasa si la buscamos en relación con la familia integrada al plan de Dios. Esto no debe limitar nuestro interés para encontrar modelos, maneras y líneas de acción que nos permitan llegar a estar INTEGRADOS FAMILIARMENTE en la MISIÓN de DIOS.
Impactar con el evangelio afuera, pero no poder hacerlo desde y con nuestro entorno más próximo e íntimo es perder una de las grandes oportunidades otorgadas por Dios a los seres humanos.

Pensemos:
¿NUESTRA FAMILIA ESTÁ -COMO UN CONJUNTO- TENIENDO UN MISMO SENTIR, UN MISMO DESEO, UNA MISMA VOCACIÓN ESPIRITUAL???

David Cot
Asesor Familiar

La paz y las utopías

«Una vez José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos»
Génesis 37:5

Como todo muchacho de diecisiete años, José tiene sueños de un futuro promisorio para su vida. Los que hemos pasado por esa bella edad lo sabemos. ¡Cuántos proyectos y utopías para hacer realidad! Y entre sueños y fantasías aquella paz de saber que la vida es bella cuando se la alimenta de esperanzas.

José no sólo sueña con su futuro, sino que además tiene el valor de comunicar sus sueños, aunque al decirlo se gane el desprecio y antipatía de sus hermanos. Los sueños callados no sirven, son como aquella lámpara puesta debajo del cajón, no iluminan.
Hay jóvenes cristianos que se guardan sus sueños, sus valores y sus ideales por temor al rechazo, por no hacer el ridículo o sencillamente por no ir contra la corriente.
Dios mismo nos anima a contar nuestros sueños. ¿Acaso él mismo no lo hace cuando nos dice que el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro? Y más aun, cuando nos dice que los pueblos cambiarán sus espadas por arados y sus lanzas en hoces y que ningún pueblo volverá a recibir instrucciones para la guerra.

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