En la época histórica en que vivió Jesús, los niños no constituían una población importante ni digna de atención. Por el contrario, era habitual que se los usara como esclavos o como objetos en rituales religiosos. El infanticidio era una práctica harto común. En ese contexto, las alusiones de Jesús sobre los niños y su propia actitud frente a ellos marcan una clara revolución ideológica. Los niños y niñas son importantes y, por ello, dignos de cuidado y respeto por parte de los adultos. Jesús condena con vehemencia y claridad meridiana, cualquier tipo de acción u omisión que dañe a un niño o una niña.
Muchos años más tarde vendría la atención de la sociedad sobre la niñez y sólo recientemente la preocupación por sus derechos y el cuidado de sus necesidades.
Características de los niños:
• Tienen una fe sencilla.
• Están llenos de confianza.
• Son frescos, espontáneos, indiscretos.
• Perdonan rápidamente, no guardan rencor.
• Son curiosos, no temen preguntar.
• Admiran a los héroes.
• Tienen una humildad natural.
• Son queribles y cariñosos.
• Son juguetones, inquietos.
• Son simples y sinceros.
• Viven según absolutos (bueno-malo, correcto-incorrecto).
• Son puros e inocentes.
• Dicen la verdad.
• Son vulnerables.
• Dependen de los adultos para desarrollarse.
Cada niño viene al mundo para crecer, desarrollarse, vivir, amar y expresar sus sentimientos y necesidades. Para desarrollarse en forma sana, el niño necesita la ayuda de los adultos, quienes deben protegerlo, respetarlo, cuidarlo, en definitiva, amarlo.
Cuando de modo sistemático no se cubren las necesidades vitales del niño, cuando el adulto abusa de él para satisfacer sus propias necesidades, le pega, lo castiga, lo maltrata, manipula, desatiende o engaña, entonces la integridad del niño sufrirá un daño irreparable.
Maltrato, abuso, violencia a los niños. Palabras diferentes que designan la misma realidad: violencia humana adulta sobre la infancia. Los niños pueden ser maltratados en la casa, en la escuela, en la sociedad en general. Comenzando desde el aborto y las leyes que lo avalan, y siguiendo por la pornografía, los niños utilizados como objetos sexuales, el trabajo y la explotación infantil, expresan diversas maneras en que la sociedad ataca a la niñez. También las políticas de exclusión social dejan en la marginalidad a las familias y, por ende, exponen a sus niños a sus efectos.
Hay formas visibles y formas invisibles de maltrato, siendo estas últimas las más dañinas, porque son más difíciles de detectar, y, por ende, de tratar.
La indiferencia de la sociedad hacia la problemática del abuso infantil es también una forma de maltrato pasivo e invisible.
Una forma particular de maltrato, y quizás el más terrible, sea el que experimentan los niños dentro de sus propios hogares. El diseño de Dios para la familia, sin ser perfecta o ideal, es que sea un espacio de amor para que las personas puedan crecer y desarrollarse a través de los vínculos humanos más íntimos.
Por esto mismo, el maltrato dentro de la familia contradice en forma abierta y peligrosa el propósito de Dios para sus miembros, y en particular para los más vulnerables (niños, mujeres y ancianos).
Tipos de maltrato familiar hacia los niños
• Abandono físico.
• Abandono emocional.
• Maltrato físico.
• Abuso psicológico.
• Abuso sexual.
El abandono físico y emocional son formas pasivas de maltrato, junto con los niños testigos de la violencia entre sus padres. Se trata de conductas negligentes por parte de los adultos. El maltrato físico, el abuso psicológico y el abuso sexual son formas activas de maltrato.
• Se trata del maltrato o descuido repetido de un niño o una niña por parte de su padre, de su madre, de ambos o de alguien que cumpla un rol de cuidador responsable. El niño/a maltratado/a sufre continuamente la falta de atención, afecto, cuidado y protección, combinados con diferentes formas de castigo y/o humillación. Esta situación no tiene nada que ver con la inexperiencia o los errores que todo padre o madre puedan cometer. Tampoco con las situaciones de tensión que toda familia pueda vivir, como enfermedades, muerte de uno de los progenitores, dificultades económicas, inmigración, etc. Estos problemas pueden ser estresores adicionales, pero de ninguna manera justifican el maltrato, activo o pasivo, de los niños y niñas.
• Los hijos testigos de la violencia desarrollada por otros miembros de la familia sufren el mismo daño y sintomatología que quienes son maltratados directamente. Ser testigo es una forma de victimización y una de las categorías posibles dentro del cuadro general de maltrato infantil.
Algunos indicadores de maltrato:
• Dificultades para jugar, para relacionarse, para concentrarse.
• Miedos y desconfianza, sobresaltos y recelos.
• Baja autoestima, no reacciona a los elogios, inhibiciones, busca exageradamente la aprobación y aceptación.
• Propensión a los accidentes o conductas torpes.
• Estado de alerta permanente, no hace contacto visual.
• Problemas en el lenguaje.
• Problemas de aprendizaje o excesiva preocupación por el rendimiento. Altibajos.
• Ignora o no atiende los límites.
• Controla, manipula o explota a los compañeros, o por el contrario, es extremadamente sumiso y recibe abuso de sus compañeros.
• Mentiras, robos y conductas antisociales.
• Somnolencia, nerviosismo, irritabilidad, cansancio.
• Ausencias reiteradas, llegadas tarde.
• Está mucho en la calle, deambulando o en casas ajenas.
• Descuido en la ropa, el aseo, sin atención médica, odontológica, sin vacunas, etc.
• Presenta lastimaduras, infecciones o síntomas sin atender que perduran o se complican.
• Moretones, heridas, mordeduras, quemaduras, fracturas, inflamaciones.
Estos indicadores, aislados o en conjunto, pueden vincularse con alguna forma de abuso que un niño o niña o adolescente, pueda estar sufriendo en su hogar. Deben hacernos pensar al menos en la posibilidad de maltrato. Obviamente, deben ser constatados antes de concluir en un diagnóstico de abuso familiar.
De la Materia VIOLENCIA FAMILIAR Modulo 2 de la
TECNICATURA en ORIENTACION FAMILIAR del ISFI
Doc.: Lic Maria Elena MAMARIAN, Lic. Alejandro Teixeira.