Cómo no voy a entender
del hombre la rebeldía,
cuando el pan de cada día
no tiene ni pa’comer,
que vé a sus hijos crecer
con los ojitos ansiosos,
viendo a su padre, el coloso
acovachao y maltrecho,
y aunque parezca un cruel hecho
también lo han visto lloroso.
Cómo no voy a entender
y hacer mío el sentimiento,
del gaucho bueno por dentro
que ansí debe padecer,
que le cuesta retener
el malestar contenido
hacia algunos mal nacidos
que detrás de un escritorio,
dicen: «Público y notorio
que el ajuste está cumplido».
Yo este mazo no barajo
ni me convence el chamuyo,
me van a comer los yuyos
si no consigo un trabajo,
la suerte pa’ los de abajo
parece cosa juzgada,
la dignidá es castigada
y pa’l padre de familia
más que farsa es ignominia
y discurso’ e barricada.
Cómo no voy a entender
si yo lo mismo he pasao,
antes de haber encontrao
la huella pa’ recorrer,
al Tata Dios pude ver
que con los brazos abiertos
me convenció que era cierto
enancao con la razón,
que la fé es apelación
pa’ salir del desconcierto.
Poner en Dios la confianza
no es dentrar en un delirio
ni oficiar de chupa cirio,
es jinetear esperanza,
poder enllenar la panza
es del Tata la promesa,
que a sus hijos dá certeza
de que el gaucho y sus gurises
además de las perdices
tendrán asao en la mesa.
Cómo no voy a entender ….
DON CRISOLOGO
(Heriberto C.Bueno)